No es por mí, excepto por mí.

Escribiré esto tan tarde como pueda.

De nuevo en una locura. Miles de pisadas para capturar de nuevo, pero no igual, los sitios en los que me quedé y dejé de respirar por un instante. Hoy habrá luna, pero miro al suelo. Hoy habrá grandes pasacalles, pero yo voy cuando ya marcharon las emociones.

Hace tiempo que no escucho estos tonos. Canciones que repito una y otra vez sin cesar. Justo ahora mismo. Cerrando la mente e imaginando una y otra vez entrando en este momento. Veo la sombra múltiple que entraban en una noche mágica. Respirando con dificultad. Hay más ruido que de costumbre. Un día tranquilo, pero pronto vendrá la calma. Todo el mundo habla en su medida, pero la congregación calla cuando escuchan el suspiro profundo de un chico que añade la brisa que buscas en cualquier tarde de verano, dejando sin respiración al público expectante por las luces que emergerán pronto de aquellas vistas.

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Los cinco grandes pilares de Roma.

Desde que llegué a ese lugar, no sé cómo no he podido recopilar información acerca de cómo se movía este inmenso imperio. Podría esperar miles de horas sentado en los sitios clave y jamás sería capaz de descifrar el misterio que rompe mis noches en vela y que los baños más largos no limpian de mi piel todo el centro al que me dirijo.

Señor, le juro que sé hacer mi trabajo, sé cómo realizar la tarea que me encomendó, pero este es un caso especial, único e irrepetible. Podré hablar de todo lo que viví y no llegaría a plasmar todos los detalles mínimos. Hay miles de notas escritas por todos mis aposentos, carpetas llenas de sueños y momentos escritos. Todo ello guardado con sumo cuidado y con toda la información. Pero ni eso me ayudará a realizar esto adecuadamente.

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Canciones [3 de 7]: Muéstrate.

Las estrellas puede caer y meterte en problemas.

Todo permanece en ese lienzo al que llamamos cielo. Por no decir uno mismo. Ahí está todo: aquel recuerdo, aquel sentimiento, aquella actitud, aquel pensamiento, aquel detalle que te caracteriza. Se mantiene en lo alto como un mapa para seguir, para buscar el tesoro que somos cada uno de nosotros. No se puede cambiar tan fácilmente, pero se puede. El mundo puede verlo si quiere, si se acerca. Se puede investigar a dónde llega/lleva/rema.

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Canciones [1 de 7]: Alguien me ha robado la radio del coche.

La vida no es justa. Lo mismo que no es justo que justamente escriba esto. Hubiera sido más fácil denunciarlo a las autoridades pertinentes, hubiera sido más fácil haber vigilado con más detenimiento mis propios asuntos. No podemos permitir que el mundo luche por nosotros, ni nosotros dejar de luchar por mucho que cueste. Al fin y al cabo, nuestra vida tiene que tener un propósito y nosotros debemos de ponerlo. Tan fácil como poner una ilusión al final del camino. Porque… ¿qué sería de la vida si no hay ilusión? Nada.

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Piensa.

Se cree que la salvación sólo la consigue el que reza, y yo estoy perdiendo la cabeza.

Dicen que al sabio le sobra paciencia, pero sólo se ve cuando brilla por su ausencia.

Quieren contarnos que hay vida en el mundo, y sólo hay agua en la que me hundo.

Demuestran que el silencio es vano… Qué estúpido es el ser humano.

Tenemos un don para comunicarnos y se utiliza una y otra vez para rechazarnos.

Buscaba al zorro que siempre estaba lejos, porque el lobo estaba ocupado con los conejos.

Intentaba escalar montañas para sumergir pirámides, quería fuerza, no lo olvides.

Me quitan la palabra “poder”, porque ya empieza a amanecer.

Me quitan mi fuerza para querer hacer algo, pueden que sepan que ya no valgo.

No tenía prisa pero me dieron ruedas para correr, alcancé y sólo pude volver.

No había tiempo, espacio o momento, era ya sabido que me querían ver muerto.

Es fuerte la palabra, pero más fuerte querían que me callaran.

Quiero el remedio de la maldición; vale, que si, pero no me merezco la perdición

¿Puedo pedir un poquito de perdón? No se por qué pero es lo que puedo hacer desde la habitación.

Y cada noche… cada maldita noche… me acordaba de ti… te lo juro… te imaginaba aquí.

Y lo peor… LO PEOR… es que ya no podía conseguir nada… y lo esperaba.

No puedo pensar que es fácil olvidar, sé que no lo es, que no lo quiero obviar.

Pero supongo que el tiempo es fácil de dejar andar… y no me gusta dejarlo estar…

¿Me lo merezco? Quizás… Pero merezco tantas cosas… pero no todas son hermosas.

Sueño lento, busco rápido, quiero estar lejos en este momento, quiero estar a tu lado.

Pero el preso es callado, no tengo derecho, lo que quería ya había sido preguntado.

Que este libro no haya acabado.

Verdades completas: pánico escénico.

Mi vida nunca había sido el teatro. Pero siempre había estado presente. Cuanto tuve ya cierta edad, me interesó y me uní poco a poco, luego forzado y, al final, voluntario. Era parte de algo que no me agradaba en todos los sentidos pero siempre quería más. No tiene sentido, lo sé. Era como una débil droga. Como si hubiera alguna ‘débil’…

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Lo que tú eres para mi.

Un día cualquiera, me entregaron un libro. En su portada, se encontraban letras que describían exactamente lo que hacer con él. Cuando levanté la vista, le dijeron que no debía de hacer caso a lo que decía, que hiciera lo que quiera y sin prisas. Al abrir el libro, estaba vacío. Era como si quisieran que eligiera con la razón o el corazón. Sabía que la razón quería algo impoluto pero el corazón sería destino de dolor. Y si el corazón era la razón por la que seguir adelante, la razón no daría nada.

Y lo hice todo y, a la vez, nada.

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Estoy cansado.

Es fácil decir estas palabras pero lo que cuesta es ponerles un nombre, un objetivo en el que dirigirlas. Todo el mundo puede estarlo, es normal. Pero cuando es asignada a una persona, puede que sea una situación un tanto puntiaguda. Lo bonito de este texto es que ya alguien puede sentirse identificado. O ha querido incluir su nombre en la lista de espera. No estoy culpando a nadie, tampoco he dicho de que es hora de descansar. Sólo he puedo una idea en el aire.

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Audrey Hepburn de Nunca Jamás.

La gente no entiende o no quiere aprobar de que la amistad entre hombres y mujeres no existe si no hay un oscuro secreto detrás, tal como ‘uno busca algo más del otro’. Doy fe que esas palabras pueden ser ciertas en ciertas ocasiones. ¿Quién soy yo para afirmar completamente o para negar indudablemente? Nadie. Pero… sí tengo opinión. Claro que yo he vivido la amistad susodicha, claro que he sentido más atracción a otra persona que olvida lo que es ser buscada, o ciega en los movimientos. Pero… yo no soy un hombre, en el concepto que se quiere dar. Yo soy un ente, en un mundo de carne, huesos y líquidos. Y quiero ser un ente porque vivo de esa realidad. No quiero buscar lo que todos encuentran porque yo decido sobre mi mismo. Y cuando digo ‘no’, aquí no encontrarán a un mentiroso, encontrarán la verdad absoluta, tan cierta como lo que captan los ojos.

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