Conversaciones profundas de bocas mudas y miradas completas

No he vuelto aquí para contar algo diferente, sino renovado. Sigo buscando entre las estrellas porque me he olvidado de tener los pies en la tierra. Ahora estoy en un punto central buscando una imagen enfocada, con detalle. Ya aprendí que vivir en automático ayuda a la estabilidad, pero no a la perpetuidad.

Leer más

A las tantas me declaro.

A las tantas me declaro

Porque a estas horas no me permiten correr por el único espacio que me puede pertenecer en esta vida, me dedico a mirar de lado a lado. Ya no se me ocurre qué hacer, gritar no está escuchado ni desde las plateas más acústicas. Ya solo me queda intentar ordenar lo poco que me queda. Como siempre, nunca se espera que diga las cosas claras, será porque soy un misterio o porque nunca he sido abierto ni siquiera en el campo. Las pocas veces que lo han vivido pocas personas ha sido para ellos un sueño y para mi un desperdicio a fondo descubierto.

Leer más

Intercambio de visiones.

Estoy harto de esta vida de falsas esperanzas. ¿Crees que conseguirás algo? ¿Crees que fallarás lo que te propones? Todo falso. Ya está decidido. A mí no me engañarán más. Estoy harto que digan que si lucho, conseguiré algo que ya está escrito. Que no porque luche más o porque quiera menos, pasará la parte más positiva o la más negativa, está todo omitido.

Tus acciones no son voluntarias, son indirectas que le das a la historia para que creas que tú controlas todo. Aquí no hay ni camello, ni león ni niño. El libro te ha atrapado y no podrás tener más imaginación que la de debajo del agua de la ducha. Esto es el fin. Es como un negocio ya vendido, en el que no puedes decidir normas ni derechos. Las fantasías seguirán siendo fantasías y la vida seguirá siendo un juego. Un juego que juega con nosotros cada día, a cada instante.

Leer más

Limbo.

O perdido en un algo que ni sé explicar.

Llevo ya mucho tiempo en un estado apatía perpetua. Ni lo bueno ni lo malo alegra. Ni para uno ni para otros. Es algo que jamás experimenté durante tanto tiempo, que en una línea temporal de mi mente no tiene cabida. Supongo que los reinados siempre acaban, ya sea por muerte o jubilación. Muchos años en el trono, alguien tenía que bajar de la cúspide.

Estados alterados que nos ofenden, no por insulto, sino por quedarse tanto tiempo en el sofá. Si al menos limpiara algo del alma, no sería tan estorbo. Las raíces hacen fuerte al árbol más leve, cuasi hercúleo. Pero los niños viven de los sueños y no hay más que no llegue por el tiempo. No hay menos que llegue por altura.

Leer más

Los cinco grandes pilares de Roma.

Desde que llegué a ese lugar, no sé cómo no he podido recopilar información acerca de cómo se movía este inmenso imperio. Podría esperar miles de horas sentado en los sitios clave y jamás sería capaz de descifrar el misterio que rompe mis noches en vela y que los baños más largos no limpian de mi piel todo el centro al que me dirijo.

Señor, le juro que sé hacer mi trabajo, sé cómo realizar la tarea que me encomendó, pero este es un caso especial, único e irrepetible. Podré hablar de todo lo que viví y no llegaría a plasmar todos los detalles mínimos. Hay miles de notas escritas por todos mis aposentos, carpetas llenas de sueños y momentos escritos. Todo ello guardado con sumo cuidado y con toda la información. Pero ni eso me ayudará a realizar esto adecuadamente.

Leer más

Elizabeth. [Parte 2 de dependencia a lo que se observe]

Han vallado mi lugar de libertad, ese al que huyo cuando busco un sitio tranquilo o espeluznante. Ya no brilla de la misma forma mientras es de noche, quizás de día se note otro diferente aire. Puedo adivinar que lo han hecho por seguridad, pero ya está destrozado y las señas de advertencia vuelan por el suelo, perdidas entre polvo y piedra. Lo hicieron con prisa, porque la seguridad es de poca importancia. Ni siquiera lo acabaron. Puede que esto sea un acto vandálico de rebeldía contra aquellos que nos quieren poner barreras a lo que queremos decir. Puede que sea un simple poste tirado en el suelo porque no pusieron suficientes tornillos. Siempre yo buscando lo perdido.

Leer más

Elizabeth. [Parte 1 de a saber cuantos]

Es curioso como los humanos nos centramos en una cosa y perdemos el sentido completo de la misma. Queremos finalizar cuanto antes y tener todo el tiempo del mundo… sin problemas, sin complicaciones y conseguir la libertad ansiada por todos. Nos dan la clave y queremos escribir toda la melodía sin ni siquiera pensar en los tiempos. Nos enseñan el camino, pero ni siquiera el lector digital del reproductor puede hacer zona una mínima pista.

Pero seguimos con los ojos vendados, hacia delante. Si pararnos a pensar. Maldito Booker… Siempre con prisas, siempre con tu maldita frase repetitiva; tu trabajo definitivo, tu paso final para el principio de tu vida (otra vez). Pero no lo llegamos a pensar bien… sabemos que no hay mal en nuestras acciones; que queremos demostrar que no hay algo que nos tumbe, que podemos con todo y con todos… y no nos damos cuenta de que, indirectamente, estamos haciendo más daño que ayuda.

Leer más

Luna llena permanentemente transitada.

He puesto la música y no quiere sonar. ¿Eso es, de verdad, lo que tiene que pasar?

Siempre está iluminada la Luna. Siempre. Iluminada. No hay momento en el que no lo esté, aunque nosotros no lo veamos por la circunstancia.

La cabeza nunca para. Esos magníficos impulsos eléctricos estratégicamente formulados. Puede que por eso siempre tengamos la cabeza caliente.

Leer más