Verdades completas: vertedero de culpabilidad.

Hace ya que no escribía nada sobre Verdades Completas, si lo sabéis o no, este tema trata de ser sincero, de olvidarme de escribir palabras bonitas y ser un poco egoísta en la vida para dar mi opinión completa sobre cosas o de mi mismo. Otro texto informal, sin nada que señalar, así que no os sintáis ahora que os señalo porque no. Nadie aparecerá aquí. Gracias y el que esté interesado en que un personaje como yo despotrique un rato, ya sabéis, seguid leyendo.

Es simple. Yo pienso, como cualquier humano, pero me pongo en situación. En el último mes de verano, apenas he salido porque me he concentrado en los estudios e intentar sacar todo lo posible adelante. Si, he salido alguna que otra noche, he ido a cenar fuera, de ferias y tal. Pero por descansar un día a la semana no estaba mal. Entonces, el caso es el siguiente: apenas he tenido contacto con alguien, ya que al tener problemas de cobertura, que mi pueblo no haya nada y que yo no haya estado muy operativo me hace pensar que, estas dos últimas semanas, ¿cómo cojones me han llovido los problemas sociales de una cantidad industrial que da hasta miedo? Me lo explico una y otra vez pero no lo comprendo, debo de estar mal de la cabeza y me lo invento, me lo imagino como algunos dicen, que todo esto no existe, me aburro y me creo conflictos. Si, si, jajajaja, todo muy gracioso. Yo me parto. Sobre todo porque, como soy gilipollas, o por que soy así genéticamente, a mi me afectan las chorradas más de lo normal. Que algunos estaréis acostumbrados a tratar amigos como auténticas mierdas pero yo no. Es así. Y pienso que deberíais aprender algunos que no todos somos iguales, que a algunos nos afectan las cosas muy diferentes al resto que consideráis mierda social.

Pero, claro, oye, que no puede ser así, que no todo es tan malo… ¿Qué no? Me parto. Es más incluso. Ojalá estuvierais en mi vida. Ahora mismo vivo en un constante estrés que sé manejar desde siempre, los exámenes no me afectan para nada, lo que sé, sé y lo que no, a sufrir. Pero es que hay casos que rozan la ilegalidad que voy a cometer con un bate de béisbol de metal en algunas cabezas… Porque claro…

-Yo estaba en el centro de la ciudad, saliendo con más gente, después de haber negado a otras personas ir con ellos y estas “personas rechazadas” me incriminan que haya salido con esas otras, que no les hubiera mentido y que les hubiera dicho la verdad. Pero claaaaro, el mentiroso soy yo y me invento cuartadas perfectas como mi compañero a mi lado en la biblioteca, fotos en el Instagram o tuits en la biblioteca. Ojalá me hubiera ido, me hubiera dado el aire, por lo menos no hubiera estado sufriendo durante días las acusaciones falsas. Ah, ¿las otras personas? Si, las llamé, me confirmaron que no era yo, se reían porque los llamaba para preguntarle que si yo fui con ellos. Me confirmaron que no, que era un chaval que tenía la misma camiseta que yo. Y encima con el pelo más largo que yo, porque lo conozco. Y me reí, mucho. Pero sufro, ¿por qué? porque a la gente le gusta llamarme mentiroso y odioso, porque digo cosas y me voy con otras gentes diciendo mentiras… Lo primero, no me hace falta mentir a nadie, soy libre, me voy con quien quiero y si he quedado con alguien lo digo, no me oculto, no me hace falta. No te voy a decir que estoy con X por irme con Y cuando vais a ir todos AL MISMO PUTO SITIO. Pero en fin, lo he intentado por activa y pasiva y la gente no lo comprende o no me quiere comprender.

-Vivo en un absoluto plato de ducha. Si, si, diría como una esponja. La gente siempre ha venido a usarme y dejarme ahí, cosa que nunca me he quejado, salvo si es un caso muy extremo, tal como si yo ni siquiera conozco esa persona y lo mandan cuartas personas, incluso. Pues la gente va y viene, lo entiendo, no tengo problemas, que puede que necesite paciencia, me dicen algunos pero es que otros la consumieron hace años y porque yo no tenga para dar cosas no pretenderéis que las cague y las moldee a vuestros gustos. Es cosa clara de que siempre estoy ahí para los amigos, que nunca me vendo, sobre todo porque no tengo dueño. Pero una cosa es un favor y la otra es limpiarte conmigo toda tu mierda y dejarme cosas que yo no sabía ni que existían. Porque a la gente le gusta acusar cuando no hay cabezas que clavar en la estaca. Sobre todo cuando me encuentro a más de 80 kilómetros de distancia de donde se me sitúa. Es gracioso pero a la vez triste. Utilizáis esta esponja como si nunca se hubiera a gastar, como si nunca la tuvierais que tirar por otra nueva, cuidado con lo que hacéis.

-Hay otro tipo de personas que cogen todo lo poquito de felicidad con lo que sonrío para disfrutarlo cada uno como pueda y no lo niego, quedároslo vosotros, a mi falta no me hace reir o divertirme un rato, ya que no soy persona, soy un objeto, como muchos consideran, que no hace falta dejarme su vida, sólo un poco de atención y sinceridad, que ni soy un estante ni un calienta platos. Que soy una persona, que tengo algo llamado cerebro que pienso con él. Y lo peor es que está conectado a una mierda ficticia que llaman sentimientos, que está “supuestamente” conectado con el co-ra-zón, todo muy bonito y mucha mierda escondida detrás. Entonces, vivo engañado de muchas personas, eso creéis. Podréis mentir a vuestros padres, a vuestros amigos pero a mi no, yo lo sé todo o casi todo, el problema es que me hago el ingenuo, aprovecho todo problema pasivo o activo. Que tan gilipollas no soy, el problema es que dejo muchísimo margen, hasta que me harten.

-Como ayer, que me hartaron. Si, llego a las dos de la mañana de estudiar y cojo el teléfono, disfruto de algunos comentarios de los explicados anteriormente y de temas que no he dicho, pero están ahí. Más de 12 personas a las que contesto religiosamente, siempre por orden de llegada. Y no tengo problemas en que se me acusen de no llevarme un móvil sin batería a un sitio, prefiero que esté en mi casa operativo y que cuando llegue lo tenga todo a que se me apague por camino, pierda la mitad de mensajes o que alguien se preocupe por mi salud porque durante 12 horas que estuve fuera, estuviera apagado por causa de un accidente. Es gracioso. Yo tenía sueño y me lo quitaron, conversación tras conversación, hasta una que empezó demasiado bien, con cosas bonitas que me alegraban a pesar de todas las mierdas que me decían por otros lados, pero o tengo muy mala suerte o que soy festín en cena para vampiros porque no entiendo como todos los problemas me caen a mi, siempre. Porque ya fueron todas, con completas desconexiones acusándome de cosas que ni tenía medios para hacerlas ni ganas de hacer el gilipollas ni cosas así.

Ayer llegó a un punto en el que llegué al límite, vosotros no sabéis quien soy de verdad. Muchos me habéis visto en persona, llegado a conocer algo y sabéis como soy. Pero lo que no sabéis es que nadie en el mundo me conoce completamente y que puedo desaparecer completamente de la vida de todo el mundo. De cambiar de teléfono si hace falta, hacer una desconexión completa y empezar a vivir sin problemas alguno, centrándome en mi carrera y sin miedo a seguir adelante. No es una amenaza, es un posible futuro. Que queréis seguir tomándome el pelo, pues quien sabe, algún día no diré nada, desapareceré, cerraré cuentas, desinstalaré aplicaciones y el mundo irá a mejor para vosotros. ¿Por qué? Porque necesitaréis otra persona a la que cargar mierdas, a la que liberaros pegandole palos y tendréis que conocer nueva gente y nueva experiencias y eso promete una gran aventura. Y ahora me voy a ir a comerme un bocadillo porque eso es lo único que se queda, en vez de dar por culo. Así que, un beso. 🙂

Deja un comentario