Tocado y hundido.

Después de esperar, después de no pensar, vuelvo a lo de siempre, a la rutina, a lo que estaba acostumbrado. A que me dijeran que me merezco lo malo. Aunque eso me reconforta, no me gusta leerlo. Sé que si me desean algo malo es porque estoy haciendo algo bueno que alguna persona no soporta. Estos días de desconexión he estado pensando, reflexionando. Y me han sentado bien. Pero volver para esto me hace querer volver a la desconexión absoluta. Y eso que no lo hice a posta, que por una serie de problemas y coincidencias no pude hacer nada. Jornada de reflexión. Punto de inflexión. Punto de silla.

Deja un comentario