Loro mudo.

‘¿CÓMO QUE UNA PERSONA DE DIECISÉIS, DIECIOCHO U DE OCHENTA DEBE DE OCULTAR SU AMOR PORQUE NO SE VEA BIEN?’

Así empezaba una de mis mañanas tempranas, leyendo los mensajes cortos que se propagan por la red. Sonreía porque tenía razón, creo, o por el mejor sueño que había tenido en mucho tiempo. Sueño en el que una chica rubia con un vestido andaba por delante mía, arrastrándome de la mano, sonriendo de reojo, diciendo ‘vamos, ¿a qué esperas?’ en cada momento que yo intentaba parar. Y así era todo el sueño, hasta que dije basta. Se detuvo, dio la vuelta y me miró con una sonrisa pícara, diciendo ‘dilo’. Y desperté.

El amor. La droga más cara del mercado, según dicen las personas que algo saben. Muchos piensan que es fácil pero porque no saben aún lo que es. Y los que suspiran cuando le dicen algo sobre él, son los que están viviendo en su propia piel lo que es de verdad. Es algo tan bonito, tan bello y tan dañino. Trágico, ¿verdad?

Dicen que el amor prohibido es el mejor. Puedo dar fe de que si. Y me encanta. Disfruto como el que más con él. Pero no soy el que vive de sueños… me los creo y los convierto en realidades soñables. Uno no tiene el corazón de piedra y puede llegar a enamorarse. O por lo menos llegar a querer tanto a una persona que hasta duela no poder corresponder. Tener tanta ansia que puede perjudicar la amistad que hay. Cada uno es libre pero no dueño de su alma. Qué hacer cuando un corazón quiere vivir junto a otro… Qué… No se puede hacer nada. En tan sólo unos instantes, acabas enganchado a unos labios que nunca has probado, vives del aire que merce su pelo o de la luz que produce sus ojos.

Pero, como cualquier barco, se puede hundir. Y éste ya es un barco hundido. Ya no recuerda si hay que nadar o detenerse; desea cosas pero recuerda que su deseo mata uniones, que puede que pierda a esa persona. Y no quiere eso. Quiere quedarse en puerto, tener al lado por siempre esa persona. Con o sin amor, da igual. Quiere que esté a su lado por lo que hizo, hace y hará siempre por ser como es. Por eso creemos en el amor. Porque es el azar en forma de querer y odiar. Tendremos suerte, no tendremos, pero disfrutaremos de una forma u otra.

Puede que a veces las personas se comportan como un idiota pero es el miedo a perder a esa persona. Puede que a veces se comporte completamente ‘enamorable’ pero es lo que de verdad siente por ti. Pero ese es un problema, ser discontinuo por el temor, pero el amor no pasa, no se va. Puede que se aleje para recobrar fuerza o para no mostrarse vulnerable, puede que todo lo que se diga sea más cierto de lo que creas. Puede que se diga las cosas que se siente y no de broma, no de juego; de afecto o de complicidad.

Puede, puede, puede…
Puede que te quiera. Aquí. Contigo. Bajo una manta. En una playa. Mirando las estrellas. Diciendo que te necesita. Una y otra y otra vez…

Será que mi sueño será diferente, difícil o imposible. La vida no me lo pone fácil pero dicen que lo mejor se hace esperar.

El amor prohibido es el que mejor que existe.

Deja un comentario