El mundo tal y como lo conocemos. Todos paseamos por las calles, no nos miramos los unos a los otros, pasamos sin pensar en las otras personas. Sabes que no puedes pasar esa barrera, ni ellos a ti. Todo el mundo paseando, vestidos con un tono negro, oscuro, débil, sin alma.
Pero siempre llega algo, espíritu fuerte, que te quiere sacar de ese filtro de negación al color, algo que te siga y te diga que no se va a ir hasta que no levantes la mirada y sonrías al mundo. Que no se va a ir hasta que te quites ese velo de negación, esa ropa que te sienta tan mal, tan oscura, tan no tú. Que quiere que flotes en el universo. Que quiere que deambules con ella por las calles desconocidas de cualquier ciudad a la que ir. La que quiere que desaparezca toda cosas maligna en tu vida, la que te arrastra a lo maravilloso, a lo querido por todos, a la verdad más absoluta, a la vida que tanto deseas.
Es un mar de personas, sombras donde perderse es fácil, donde la vuelta es difícil pero la recompensa que puede dar a cambio es el mejor de los premios. Miras a la gente, no distingue nada. Todos vestidos de negro. Tan triste, tan horrible. Pero… No puede ser… ¿Qué es eso del fondo? Es… Es… ¡COLOR! ¡YO CONOZCO ESE COLOR! Es rojo…
El rojo de la rabia de poder tenerte a mi lado. El rojo de la fuerza que me das si me extiendes la mano. El rojo de la valentía al enfrentarme a cualquier situación si es por ti. El rojo del coraje de sufrir sólo por disfrutar de ti. El rojo de la pasión que sufro sólo con rozar tu dulce faz. El rojo del amor que siento por ti… El rojo… El…
El rojo de mi sangre derramada en esta triste bañera, sufriendo lentamente. Yace mi cuerpo perdiendo mi esencia. Demasiado débil, ya no puedo hacer nada más… Es demasiado tarde, este es mi fin. No debí hacerlo… No esperé lo suficiente. Me dominaron mis nervios. Perdí el juego. Te perdí a ti.
……
Como nota aclaratoria, me gustaría añadir que es un texto basado en una historia de un suicidio por la pérdida de un amor. Es triste. La moraleja de esta historia es que nunca dejéis de jugar, mis amigos, siempre llegará la chica de la gabardina roja para lanzaros de nuevo al mundo. Esperad toda una vida, si hace falta.