Graciosa la actitud del “enemigo”

Como siempre, empiezo tarde, mal o casi sin palabras. Pero en estos momentos, me apetece hablar. Destrozar sentimientos. Crear sentimientos que no sientan bien. Odio, furia, ira, desprecio… son palabras que se quedan cortas cada vez que piensas en tu lado humano, el de verdad, el que no te da miedo mostrar. Pero como siempre, lo acaban destrozando.

Piensas en el ayer, en el hoy y en el mañana. Piensas que si has hecho, estás haciendo o harás las cosas bien. Siempre se pretende una actitud positiva a esto. Y siempre das tu mejor gancho a la vida, para que te recojan y te dejen que ayudes, pues debes pedir ayuda y dar ayuda. Salvo un caso al que espero que no sufras nunca, al que no quiero que te enfrentes y, menos aún, al que no quiero que luches: he aquí el enemigo que lo ve todo al revés.

El enemigo que todo lo ve al revés estará siempre a tu favor. Si. Pero, ¿cómo? ¡es mi enemigo! Aquí está mi amigo, lo ve todo al revés. Piensa que ayuda y lo acaba destrozando más. Piensa que necesita algo y le sobra todo. Piensa que son los demás pero en realidad es él. ¡Oh, él, el enemigo raro! Piensa que puede hacer lo bueno y solo causa estragos. ¿Quieres su solución? No la hay. Recuerda, lo ve todo al revés. Si piensas que hay solución, no la hay. Y no se puede hacer nada, no se puede luchar contra él. Hay que vivir y dejar morir, ya que este ser no único de este mundo, se propaga pero morirá. Llámese enemigo, víctima o inocente, daña cada día más aunque nunca se pueda ver.

Sólo pienso en todo lo que hice, pienso en todo lo que pude llegar a hacer y no hay nada que pueda dar a lo que, supuestamente, piensa como si fuera todo lo contrario, como si fuera toda su fantasía. Una persona así no puede estar tan equivocada. Disfruto de los recuerdos, disfruto de los momentos pero no puedo creer lo que me dan en el presente. Mentiras, tergiversaciones y victimismo en forma de ¿qué hago yo para merecer esto? ¿En serio? ¿Cómo puede existir personas que son culpables en un nivel de culpabilidad alto, que no total, y sentirse orgulloso de ello y volver todo al contrario de lo que es?

Debería creerme su realidad… La verdad permanece en mi cabeza pero su realidad es evidente. Me invade, a mi y a los que me rodean. Puedo parecer tonto, sobre todo cuando quiero saber algo… A veces finjo no saber nada, para así saber hasta dónde quieren llegar… Y llevar sus conversaciones a mi terreno, donde yo solo puedo defenderme de cualquier ataque que se puede hacer en la última media hora de cualquier situación.

Deja de llorar por lo que no es verdad, por lo que no existe. Deja de mentir y de hacer daño a alguien que no quieres saber. A mi me llega todo… Me devuelven las cosas que no debería de recibir. No me agrada que me culpen por algo que no he hecho, no me agrada que me insulten, que me humillen y menos que me den consejos las personas que no me conocen. Peor aún, no quiero que mi gente se preocupe de algo que no existe.

No me lo esperaba.

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