13.

Duele más de lo que parece.
Nunca se tiene lo que se merece.
A veces, simplemente, aparece.
Siempre, quieras o no, amanece.
Si te lo dicen, obedece.
Que si no lo tienes claro, rece.
Y si tiene miedo, espere, que seguro se desvanece.
Una prueba más es que oscurece.
Y, aunque no se vea, evite enfurecerse.
Cierre los ojos, esto ya adormece.
Aunque no lo crea, ya fallece.
Usted se fortalece.
Normal, está muriendo. ¿Escuece?
Despierta, desobedece.
Maldita sea, rejuvenece.
Ya no importa, desaparece.