Querida amiga.

Querida amiga, dos puntos.

Contactaba contigo para saber de ti, ya que hemos perdido el contacto después de tanto tiempo sin poder vernos. ¿Qué tal estas? ¿Y tu familia? Espero que bien. Me acuerdo mucho de ti cuando recuerdo todos los momentos vividos en las vacaciones y en los momentos en los que podíamos contactar y estar juntos de diversión. Es un problema que vivamos tan lejos pero no podemos hacer otra cosa.

El otro día, me comentaron que ha cambiado su situación de estar. Me alegré por ti cuando me lo dijeron. No lo esperaba pero fue algo agradable de escuchar. Bueno, puede que si me lo esperara, pero sigo contento de poder escuchar todas esas buenas noticias. ¿Puedes confirmarme la nueva buena? Aunque se ve, por algunas fotos que me enseñaron, que todo va de fábula. Me alegro.

Como esto de la mensajería no es instantáneo, me gustaría ya preguntarle. Si no te molesta, claro está. Obvia todas las preguntas si me han informado mal, si me han hecho confundirme cada mañana desde que me enteré hasta que decidí escribirte esta carta. Sé que no tenemos toda la confianza del mundo entre nosotros dos, pero espero que sepa apreciar mi amistad.

¿Cómo es ella? ¿Es tal y como imagino que fue, es y será? ¿Es esa pequeña luz del día al amanecer que no odias y abrazas por despertar a su lado? ¿Es esa nocturnidad que se necesita a veces para saber que estás a salvo de todo monstruo nocturno? ¿Es ese medio día taciturno que los bohemios obvian pero saben que está ahí? ¿Es esa parte del día en la que te gustaría revivir cada segundo que tic-tac-tea el reloj?

Y sus ojos. ¿Es ese mar que tanto ansían los marineros porque saben que es la única forma de mantener sus hogares, que saben que son duros pero son el camino para volver a casa? ¿Es ese campo que se oscurece por verano con pastos achocolatados por el intenso calor pero que, en invierno, se envuelven en frescos prados verdes que lloran con el rocío del amanecer? ¿Son la respuesta a buscarse en un abismo y encontrarse a si mismo?

Y sus besos. ¿Son esos momentos en el que no puedes pensar más allá de ese momento? ¿Son parte de la máquina del tiempo jamás pensada pero siempre deseada? ¿Quieren los demás mortales poder beber del cáliz de la eterna juventud que desprende en forma de saliva aterciopelada? ¿Viven las emociones de un simple trozo carnal que sólo sirve para sobrevivir pero nosotros utilizamos como forma de expresar sentimientos?

Y su mente. ¿Es aquella que puede generar más que la simple e infinita imaginación de un niño listo para soñar? ¿La inocencia que le pertenece es tan bonita como la simplicidad, el cariño y el apoyo que le da a cualquier simple cosa que le preste? ¿Es aquella que siempre soñó con volar al espacio cuando es ella el espacio en sí? ¿Tiende a no soñar porque ya sabe que cuando tú estás presente es su sueño infinito? ¿Entiende de relojes cuando no os queda tiempo para seguir soñando?

Y su cuerpo. ¿Es tan pálido como la sombra tan buscada en una tarde de verano? ¿Es verdad que no habría necesidad de carreteras para poder soñar y viajar entre sus tantos lunares y tantas marcas donde poder parar a observar? ¿Se podría escribir tantos versos como sueños tiene uno por cumplir a su lado? ¿Tiene el suficiente poder como para no poder moverse cuando te intenta poseer consigo misma? ¿Es infinito el tiempo cuando deseas poseer algo que jamás podrás obtener para siempre si ella no lo decide?

Y tú. ¿Sabes que tienes toda la suerte del mundo guardada en un tarro en el que le entregas poco a poco con cucharadas de lo que llamas ‘amor’? ¿Sabes que puedes ser la persona más feliz del mundo con sólo poder decirle ‘hola’ y que ella te responda de tal manera que no le responderá a nadie más en el mundo? ¿Sabes que ella perderá todo estilo y gusto de conversación propio si mantienes una sonrisa en tu faz? ¿Sabes que ella no podrá jamás soltarte de la mano si no lo hace tú antes? ¿Sabes que ella será feliz en lo bueno y en lo malo de su sufrimiento mientras que tú estés por y para ella, en la medida de lo posible? ¿Sabes que debes de saber y hacer todo lo que ella es y se compone para poder ser completamente ‘vosotros’? Y, por último, ¿sabes que te envidio?

Espero, como ya dije antes, que todo vaya bien, que todo sea cierto y que todo sea tan magnífico como mis sueños quiméricos han querido imaginar conmigo y contigo sobre ella.

Haz lo que debas hacer.

Un cordial saludo,
su amigo.

Deja un comentario