A veces, me gusta odiarme en silencio. No querer mostrar a nadie cómo en realidad me siento. Es algo que siempre he odiado. Me ha gustado ser fuerte, no mostrar debilidad. El problema es que consiguieron que esto se liberase. Ahora quiero volver a ser esa persona. Mi odio completo es hacia mí. ¿Fui un idiota? Sí. Como no me di cuenta antes… Estaba clarísimo. No puedo quedarme en silencio, mi propia voz suena en mi cabeza diciéndome y recordándome lo estúpido y gilipollas que fui. Mi odio se apodera de mi cuando estoy en calma o en silencio. No puedo irme a dormir en silencio, no puedo quedarme pensando en alguna cosa. Esa voz sólo quiere mi destrucción. Sabias que llegaba el golpe pero no quisiste pararlo… Volver a lo básico, esperar, aguantar cada odio, cada palabra de sufrimiento propio, ya que aquí lo único malo que queda soy yo. Necesito desaparecer pero no hay forma de hacerlo…