Porque si se tienen que perder mis palabras, que se unan todas y se borren fácilmente.
¿Por qué? ¿Qué por qué? Eso me gustaría a mi saber… Me encantaría saber por qué se pierde el tiempo así, por qué nos comportarnos como críos en una guardería y de por qué pasan todas las cosas de unas forma que se desmorona todo. ¿Y me lo preguntas a mi? ¿A un simple tonto? ¿A alguien que, aunque le pongan la verdad en la cara, es el más inocente y no lo entendería? No lo sé, por eso es una pregunta, pregunta que se queda en el aire, como cualquier mierda que no pese más de un pollo. Todas las promesas perdidas, todos los besos derrochados, todos los sueños ‘quimerizados’, todos los mundos unidos y descompuestos en uno solo: al que no pertenecemos. Y luego dicen que soy negativo, y luego dicen que no me quiero, pero me la suda mi bienestar con estar feliz a tu vera. ¿Qué más da cómo sea o cómo deba de ser? Si tiene que ser, será. ¿Por qué destrozar todo por un simple capricho, por una solución barata? Porque la paz es cara y la guerra es simple. Porque el mundo no es listo, es caprichoso. Porque se crece para salir adelante y se decrece para descomponerse en una tumba. Porque cada día amanece y cada tarde atardece. Porque, quiera o no, los planetas siguen su órbita y no esperan a nadie. Porque todo está organizado a través de horarios y compenetraciones. Porque necesito su voz, su sonrisa y lo que es ella para mi.