Me gustaría ser alguna historia tuya.

¿Qué somos las personas si quitas todas nuestras partes degenerativas? ¿Si quitas todo lo que hemos quitado comprado, adquirido o marcado en nuestro cuerpo? Somos historias. Tiernas, libres, agradables, tristes, emotivas, dañinas, creadoras de viajes instantáneos y de recuerdos olvidados. Una vez me dijo alguien que si quería que se me recordara en un futuro lejano, que me preocupara por hacer todo lo mejor en esta vida y no sólo en un efímero momento de mi vida. Puede que por eso sea diferente, que no único, a otras personas. Me tomos los sentimientos diferentes al resto pero parecido a muchos. A veces, lo que una persona se acostumbra a hacer a muchos, puede no dañar a casi nadie pero siempre puede llegar el presente en forma de persona a la que puede afectarle mucho cualquier simple gesto. Y esto es a lo que me refiero. Ese momento de cambio. Ese momento en el que buscas ese amor que anhelas, que sufres por vivir y que sólo tú quieres, deseas y gritas por él pero no puedes hacer nada para acelerar el proceso. ¿De qué sirve? De empeorar las cosas. Quieres que pase ya, quieres conseguirlo inmediatamente pero ¿es eso lo que quieres? Te lo diré yo. No quieres eso. Tú quieres algo a lo que disfrutar cada momento, cada pizca especial que esa persona te pone. Quieres que la frase se convierta en cuento, el cuento en relato, el relato en historia y la historia en libro. Pero para ello se necesita que la frase tenga sentido, que haya frases nuevas, momentos al los que introducir nuevas ideas, nuevos y bellos recuerdos, momentos de amargura y soledad. ¿Y qué es la vida si todo fuera bueno? ¿Y qué es lo que vives si todo te saliera bien? ¿Y si te dijera que no existe este bien? Si, llámame loco. No existe el bien o el mal, el bienestar o el malestar. Es lo que nos infunde la sociedad. Estás “bien” en este momento, sabes que es lo mejor. ¿Y por qué correr hasta el día de nuestra muerte? La muerte sabe que va a ganar, ¿por qué no cogerle ventaja disfrutando todos y cada uno de los momentos que necesites? ¿Y por qué no disfrutar del amor que está ahí esperando? ¿Y por qué no disfrutar de las personas a las que quieren apoyarte, disfrutarte y amarte? Nadie te está pidiendo que entregues todo a cada una de las personas, nadie quiere que lo hagas. Disfruta, crea nuevas frases, historias, relatos, para completar al final, un capítulo de tu vida, la cual, no querrás que tenga dos capítulos, sino muchos, a los cuales cada uno le tendrás un cariño especial, un amor ideal y pensado sólo para ese momento. ¿Y qué importa que la gente no lo vea bien? ¿Y qué importa si no le es agradable a todos? Eres tú mismo en tu vida. Tú disfrutas, ellos lo ven.

Por eso es ella lo que me hace sonreír cada día. Yo disfruto con un ente, femenino, con una sonrisa que me da fuerzas, un brillo en los ojos que dices que es imposible ser de día si hay dos Lunas en tu propia habitación y no sabes como no dejar de mirarlas. O cómo su pelo recorre su faz, pelo fino cual hilos que recorren de oeste a este su rostro, ocultando y mostrando poco a poco su cara, su bonito rostro, como cualquier entrada a una obra de teatro. La magia está ahí y el telón le da ese toque de ansia por descubrirlo todo. Y sabes que su cuerpo, allá donde esté, te pertenece. Sabes que puedes recorrerlo todo con un simple dedo y pensar que es demasiada tierra sin explorar, sin disfrutar y sin acariciar. Piensas, acostado en tu dulce cama, dónde estará ella ahora mismo, de qué lado estará yaciendo de forma cálida, disfrutando de lo que su mente quiere jugar, quiere dar rienda a su imaginación involuntaria. Y por qué no hacerle un lado en tu propia cama, aunque ella no esté, suspirando, sonriendo a un hueco vacío que sabes que alguien ocupará. Y porque imaginar eso no tiene nada de malo, al contrario, es la creación de un espacio en tu vida, que llegará, ocupará y te encandilará. Hará que sólo sientas calor en las noches frías y frío en los momentos más tiernos y cálidos que jamás hayas pensado. ¿Por qué no creer en un amor que no existe todavía? ¿Y quién dice que no existe? Sólo está jugando al escondite. Pero tú no lo sabes, ella no lo sabe. Hasta que entre todos los factores en juego. Sabes, que de una forma u otra, aunque ahora no lo creas, llegará alguien que le mires fijamente a los ojos, aunque pienses que de otra forma no puedo mirarla ya que esos ojos me tienen hipnotizado, y le digas que es ella la razón que puede cumplir todos mis deseos, todas mis metas y que tú, por muy duro que sea el camino, querrás luchar por ella, conquistarla, hacerla sentir como si no hubiera nadie más en el planeta, llevarla a los sitios más agradables y convertirlos en las historias perfectas que quieres añadir en el capítulo de amor de tu libro. Porque no sólo eres tú, también a ella le gustaría ser parte de alguna historia tuya.

🙂

Deja un comentario