Un día encontré… [Textos del 2009]

…el silencio de una noche oscura. Noche indecisa en la que las nubes intentaban apoderarse del esplendor de la luna llena que tomaba la noche como suya. En largos prados oscuros donde solo la luz de la luna es un pequeño y gran resplandor, habitan en ellos los sueños en forma de movimientos involuntarios de las flores nocturnas causadas por el viento, que vino después de tanto para acaparar todas las miradas y dirigirnos hacia nuestro fin.
Las cosas son pero no son lo que parece. Las cosas cambian, pero no a tu voluntad. Esas cosas son tu vida. Y ahora solo las cosas pueden hacer que tu vida cambie. No intentes liberarte; este mundo ya no es tuyo y menos a tu alcance. Demasiado tarde. Con el atardecer de un cielo rojo nocturno se te avisó pero tu miraste al suelo…
Ese día escuché al mundo. Pero no pude responderle…”