Puede que esto no le guste a todo el mundo, no es mi intención que quiera hacerle gustar a todos, sólo necesitaba expresarme de alguna forma. Preveo que puede ser un texto no apto para todos los públicos así que, por favor, si no tienes la edad legal, abandona este texto. No me gustaría corromper tu mente o darte una idea equivocada.
“La sequedad de nuestras bocas que nos había provocado el ritmo acelerado de nuestra respiración se había terminado rápido gracias al ritmo que iban cambiando nuestras lenguas. Pero entre tanto aquel frenesí, retiraba su dulce cabeza un poquito para poder rozar sus labios con los míos para morder aquel exquisito manjar con la que ella podía hacerme sentir enorme en este mundo. Sus labios temblaban, los míos radiaban de energía, como si se llamaran entre ellos, querían estar juntos, sentir el calor de los labios y no separarse nunca. Los besos tan apasionados, los frenéticos roces, uno detrás de otro, nos hacía parece que íbamos a incendiarnos, a consumirnos en cenizas y renacer como ave Fénix, resurgido para brillar en un cielo oscuro.
Rodeada por mis brazos, la hacia levitar un poco, la levantaba para que no se separara de mi, no quería que se moviera. Ella se apoyaba en mi pecho con los dos brazos. Su forma de agarrarme de la camiseta, forzando a que mi cabeza estuviera a su altura, hacia que me estremeciera. ¡Ah! ¡No podía más! Necesitaba poseer ese cuerpo que gritaba más, que quería que desatara una furia de placer y amenazando que iría a por mi si no lo hiciera… Su poder de hacerme sentir como algo tan agresivo, me hizo estallar… No podía más. Puse una mano por detrás de su cuello y la obligué a tumbarse en mi mano. Dejé todo su cuello al descubierto. Cerró sus ojos, gimiendo un leve sonido, esperando a que volviera a tomar de nuevo el contacto con su piel… Esperaba que fuera rápido, no lo hice. Me miraba con un leve párpado levantado, esperando, observando, preguntándome: ¿qué haces? ¡sigue!. Yo no quería seguir, lo veía claro, eso le gustaba, estaba cada vez llena de más energía. Todo esto conseguido en un segundo, mostré una leve sonrisa y me hundí desde su boca a su cuello…”